Este resumen informativo de WIDA presenta argumentar, el segundo uso clave del lenguaje del Marco de los estándares del desarrollo auténtico del lenguaje español de WIDA (Marco DALE). Al emplear el uso clave argumentar, las y los estudiantes desarrollan el lenguaje necesario para el pensamiento crítico, el discurso basado en la evidencia y el razonamiento. Este es el último de cuatro resúmenes informativos sobre los usos clave del lenguaje del Marco DALE: relatar, informar, explicar y argumentar.
El Marco de los estándares del desarrollo auténtico del lenguaje español de WIDA (Marco DALE) adopta los usos clave del lenguaje del WIDA English Language Development Standards Framework, 2020 Edition, como un componente organizador que conecta el desarrollo lingüístico con el aprendizaje académico. Entre estos usos clave, argumentar cumple un rol esencial en la construcción y defensa de ideas basadas en evidencia y razonamiento. Al desarrollar esta habilidad, las y los estudiantes aprenden a justificar sus posturas, formular argumentos persuasivos y responder de manera estructurada a diferentes perspectivas.
¿Qué es argumentar?
El uso clave del lenguaje argumentar es fundamental en contextos académicos y sociales, ya que permite a las y los estudiantes defender ideas, influir en el punto de vista de un público determinado y promover acciones informadas. En el salón de clases, argumentar se aplica en diversas áreas curriculares. A continuación, se presentan algunos ejemplos de cómo las y los estudiantes podrían interactuar con este uso clave del lenguaje.
- En una clase de ciencias naturales, una estudiante podría argumentar sobre la necesidad de políticas para reducir las emisiones de carbono, utilizando datos científicos como evidencia para respaldar su postura.
- En una clase de historia o estudios sociales, un estudiante podría debatir la efectividad de una política pública, considerando perspectivas opuestas para fortalecer su argumento.
- En una clase de las artes del lenguaje, una estudiante podría analizar el comportamiento de un personaje y defender su interpretación con evidencia del texto.
Argumentar no solo implica expresar una opinión, sino que también requiere el desarrollo del lenguaje y habilidades críticas para estructurar un discurso lógico, realizar una evaluación detallada de la información relevante y comunicar ideas de forma convincente.
¿Cómo se puede integrar argumentar en la práctica?
Cuando las y los estudiantes interactúan con el uso clave del lenguaje argumentar, desarrollan las habilidades y el lenguaje necesarios para el pensamiento crítico y para construir discursos y razonamientos basados en evidencia. Para facilitar este desarrollo, las y los educadores pueden proporcionar ejemplos del lenguaje utilizado para formar y defender argumentos sólidos. Enseñar a las y los estudiantes las características de un argumento sólido, como el uso de evidencia para respaldar sus afirmaciones, les permite usar datos, citas y ejemplos relevantes para justificar sus posturas. También es importante incluir contraargumentos estratégicos para ayudarlos a anticipar y responder a perspectivas opuestas, lo cual fortalece sus habilidades de argumentación y análisis.
Otra práctica importante al desarrollar habilidades argumentativas es ser consciente del público. En el contexto educativo, esto permite a las y los estudiantes adaptar su lenguaje al contexto y a las personas a las que se dirigen. Para ello, las y los educadores pueden diseñar ejercicios en los que sus estudiantes formulan argumentos en diferentes formatos, como un ensayo académico o un discurso persuasivo dirigido a sus compañeros. Para fortalecer las habilidades de comunicación oral, la escucha activa y el respeto por diversas perspectivas en el salón de clases, pueden brindar oportunidades para debates estructurados en los que sus estudiantes expongan, defiendan y cuestionen ideas. Además, el uso de organizadores gráficos, rúbricas de evaluación y análisis de modelos argumentativos permite a las y los estudiantes mejorar progresivamente la calidad de sus argumentos, promoviendo un aprendizaje profundo y significativo.
¿Cómo se relaciona argumentar con otros usos clave del lenguaje?
Argumentar se complementa con los otros usos clave del lenguaje del Marco DALE para enriquecer la construcción y comunicación de ideas en distintos contextos. El uso clave del lenguaje informar es esencial para el desarrollo de un argumento sólido y permite a las y los estudiantes justificar sus posturas y aportar credibilidad a sus argumentos con información factual. Además, la argumentación suele incorporar el uso clave del lenguaje explicar para desarrollar el razonamiento detrás de una afirmación. Explicar permite a las y los estudiantes clarificar por qué una postura es válida o cómo funciona una solución propuesta, brindando mayor solidez y coherencia al argumento. Relatar también puede ser una herramienta poderosa en la argumentación, ya que las historias y relatos permiten a las y los estudiantes contextualizar un argumento, capturar la atención del público e ilustrar un punto clave con ejemplos concretos. Por ejemplo, una estudiante que argumenta a favor del uso de energías renovables puede presentar datos científicos sobre los beneficios ambientales de reducir la dependencia de combustibles fósiles, explicar cómo funcionan los paneles solares y su impacto en la eficiencia energética y, finalmente, relatar una experiencia personal sobre el ahorro energético en su hogar, demostrando así los efectos positivos de las energías renovables en la vida cotidiana. Al integrar argumentar con los otros tres usos clave del lenguaje, las y los estudiantes fortalecen el razonamiento y están mejor preparados para construir argumentos claros y efectivos.
¿Cómo se relaciona argumentar con las expectativas del lenguaje?
Las expectativas del lenguaje establecen metas para el aprendizaje basadas en el contenido curricular. En el Marco DALE, las expectativas del lenguaje se presentan utilizando los tres modos de comunicación (interpretativo, interactivo y expresivo) para cada uso clave del lenguaje. Las expectativas del lenguaje para argumentar guían a las y los estudiantes en la construcción de argumentos sólidos. En el modo interpretativo, las y los estudiantes analizan argumentos en textos e identifican afirmaciones, evidencia y contraargumentos. En el modo interactivo, participan en debates y discusiones, defendiendo sus posturas y respondiendo a perspectivas opuestas. En el modo expresivo, escriben ensayos argumentativos, discursos persuasivos y respuestas estructuradas basadas en evidencia, fortaleciendo así sus habilidades de argumentación en distintos contextos académicos y sociales.
Las funciones del lenguaje son patrones comunes de uso del lenguaje que muestran formas particulares en que las y los estudiantes bi/multilingües pueden usar el lenguaje para cumplir con los propósitos escolares. Las funciones del lenguaje para argumentar reflejan formas en las que las y los estudiantes pueden organizar y expresar sus ideas de manera lógica para construir argumentos efectivos, por ejemplo, al incluir declaraciones claras que definan una posición o perspectiva; proporcionar evidencia relevante, como datos, citas o ejemplos; e incorporar contraargumentos, anticipar posibles objeciones y refutarlas con un razonamiento sólido que demuestre un análisis crítico.
Los recursos lingüísticos son ejemplos de características del lenguaje que las y los usuarios del lenguaje utilizan para llevar a cabo las funciones del lenguaje (p. ej., tipos de oraciones, cláusulas, frases o palabras). En argumentar, las y los estudiantes pueden emplear varios recursos lingüísticos para construir argumentos sólidos y persuasivos. Los conectores lógicos (p. ej., como, por lo tanto, sin embargo, en consecuencia) mejoran la coherencia de un texto o discurso y ayudan a articular las relaciones entre ideas. Además, el uso de oraciones complejas (p.ej., “Aunque algunas personas sostienen que los impuestos al carbono son costosos, su implementación ha demostrado reducir significativamente las emisiones”) ayuda a refinar afirmaciones y considerar diferentes perspectivas dentro de un argumento. Por otro lado, la modulación lingüística, con expresiones como “Se podría argumentar que…” o “Según la evidencia, es posible concluir que…” refuerza la credibilidad de un argumento y otorga mayor precisión a las afirmaciones incluidas. El dominio de estos recursos lingüísticos permite a las y los estudiantes interactuar plenamente en argumentar en distintos contextos académicos y sociales.