Garantizando el éxito estudiantil: Apoyando a los estudiantes bi/multilingües que han sido reclasificados del programa para aprendices del inglés
Conozca a Iván, un estudiante bilingüe de cuarto grado que vive en Ohio. Hace un año, él cumplió con los criterios estatales para el dominio del lenguaje inglés (English language proficiency o ELP, por sus siglas en inglés) y salió de la clasificación como aprendiz del inglés (conocido como English learner o EL, por sus siglas en inglés). Por ello, durante este año escolar Iván recibió instrucción en inglés en todas las materias — sin apoyos de inglés como segundo idioma (ESL, por sus siglas en inglés). Varios de sus maestros han notado que Iván a menudo tiene dificultades en clase y lo atribuyen a su designación previa como EL. Dado que Iván ya no califica para apoyos lingüísticos en inglés, líderes del distrito han expresado interés en crear un “programa de reintegración” para estudiantes como él. Un estudio de C-SAIL dio al descubierto que las agencias de educación local, de distrito y nivel estatal tienen muchos estudiantes como Iván, quienes han salido de los programas EL pero aún necesitan apoyo lingüístico adicional. En este artículo, examinaremos los requisitos legales para estudiantes bi/multilingües que han salido de los programas EL y recomendaciones para mejorar el apoyo a ellos.
Aunque existen pautas federales para la identificación y reclasificación de estudiantes bi/multilingües en programas EL, la implementación de políticas a nivel local tiende a ser complicada. Como se discutió anteriormente en From False-Positives to Advocacy: Shifting Deficit Perspectives in the Identification of English Learners, los educadores deben tener cautela al identificar estudiantes bajo la clasificación de EL. Lo mismo puede decirse del establecimiento e implementación de procedimientos para reclasificar a los estudiantes bi/multilingües fuera de los servicios EL. Más complicado aún es el seguimiento y el apoyo que sucede después de que los estudiantes han sido reclasificados del programa.
Un recurso para educadores sobre políticas y prácticas de apoyo a estudiantes bi/multilingües es “Chapter 8: Tools and Resources for Monitoring and Exiting English Learners from EL Programs and Services” del English Learner Tool Kit publicado en el 2015 y actualizado en el 2017 por la Oficina de Adquisición del Lenguaje Inglés (OELA, por sus siglas en inglés). Como se indica en este capítulo, luego de que los estudiantes hayan salido de un programa EL, la escuela debe monitorear su progreso académico durante al menos dos años. Esto significa que los educadores deben contar con procesos y procedimientos para darle seguimiento al rendimiento académico de los estudiantes bi/multilingües como Iván durante al menos dos años después de haber salido de los programas EL. El proceso de monitoreo puede ser realizado por maestros a través de instrumentos de observación y otras herramientas de recopilación de datos, como se muestra en las páginas 6–8 del Capítulo 8 mencionado anteriormente. Además, los educadores pueden usar herramientas digitales (como las que se presentan en las páginas 9 y 10) para observar el progreso de los estudiantes en las evaluaciones.
Una recomendación clave para mejorar el proceso de seguimiento de estudiantes como Iván que han salido de la categoría EL es asegurarse de que se tengan en cuenta sus voces y las de sus padres. Esto significa ir más allá de las medidas académicas para garantizar que los estudiantes bi/multilingües no sean reingresados erróneamente en los servicios EL. En el caso ya presentado en este artículo, los maestros de Iván lo observaron con dificultades en clase. Para tener una idea completa de la situación, deberían incorporar la voz de Iván y la de sus padres en el proceso de documentación. Las oportunidades para las voces de los estudiantes y los padres pueden proporcionar perspectivas de mucho valor e informar la necesidad de un apoyo adecuado.
Otro requisito federal es que los distritos escolares informen la cantidad y el porcentaje de estudiantes bi/multilingües que han salido de los servicios EL y que cumplen con los estándares académicos estatales durante los cuatro años posteriores a su reclasificación. Esto significa que durante al menos cuatro años luego de haber sido reclasificados fuera de un programa EL, las escuelas deben ser transparentes con sus comunidades al proporcionar datos sobre el desempeño académico de dichos estudiantes. Estas medidas a menudo se encuentran en las boletas de calificaciones a nivel escolar y de distrito, generadas como parte del sistema de rendición del estado. Al igual que con la recomendación anterior, las escuelas y los distritos deberían incluir narrativas que acompañen los datos, y estas podrían contener las voces de estudiantes, padres y maestros por igual.
En el caso de Iván, aunque la supervisión de los servicios lingüísticos expirará después de dos años, su escuela tiene la obligación de informar sobre su rendimiento académico durante un total de cuatro años luego de salir del programa EL. Esos datos pueden servir para evaluar los servicios EL que se ofrecen a estudiantes como Iván. Si él y otros estudiantes tienden a tener un bajo rendimiento después de haber salido del programa EL, sus padres u otros miembros de la comunidad pueden exigir servicios alternativos y apoyo para los estudiantes bi/multilingües. Esto puede incluir la abogacía para programas de educación bilingüe que continúen más allá de la designación EL de los estudiantes.
Una solución propuesta por un administrador del distrito en el caso de Iván fue volver a ingresarlo al programa EL. La guía de OELA, en el Capítulo 8 enlazado anteriormente, indica que los estudiantes pueden reingresar a un programa EL solo si el proceso es bien documentado — inclusive del consentimiento de los padres y una evaluación ELP válida de nivel de grado. La preocupación de muchos educadores y padres al considerar esta decisión es que los estudiantes bi/multilingües que ya han demostrado ELP pueden ser reintegrados a la designación de EL erróneamente. Para evitar la identificación equivocada de los estudiantes, las escuelas y los distritos pueden invertir en programas de educación bilingüe que continúen prestando servicios a los estudiantes que han salido del programa EL. En lugares donde la educación bilingüe no es posible debido a la falta de personal, recursos y/o fondos, el liderazgo escolar y del distrito debe brindar oportunidades para que TODOS los maestros adquieran nuevos conocimientos, habilidades y herramientas para apoyar a los estudiantes bi/multilingües. Esto significa que, aunque los estudiantes ya han salido de los servicios EL, los educadores deben continuar brindando apoyo lingüístico según sea necesario. En el caso de Iván, en lugar de tener todo su trabajo de curso en inglés, se le debe presentar apoyo bilingüe en su lengua materna y/o apoyo de ESL. Este enfoque requiere una infraestructura para apoyar a estudiantes bi/multilingües como Iván, independientemente de la clasificación EL. Al apoyar a todos los estudiantes bi/multilingües por igual, los educadores también desafiarán los enfoques deficitarios que buscan apoyar solo a los estudiantes que llevan la etiqueta de EL.
Hay requisitos legales para ayudar a Iván ahora que ha salido de los servicios de EL. Entre estos se encuentra el hecho de que sus maestros deben monitorear su progreso académico durante al menos dos años y que su escuela debe proporcionar informes sobre su rendimiento académico durante al menos cuatro años. Como práctica efectiva, es importante que tanto la voz de Iván como la de sus padres se tengan en cuenta en todas las decisiones que se tomen para su aprendizaje. Además, su escuela debe considerar enfoques de educación bilingüe para apoyar a Iván y otros estudiantes como él que han salido de los programas EL, para que puedan continuar progresando en su aprendizaje lingüístico y académico. Al tomar estos pasos, los educadores que trabajan con Iván garantizarán su bienestar académico sin tener que reintegrarlo a la designación de EL.
Sobre el Autor
Samuel Aguirre es el director de WIDA Español y subdirector de relaciones del Consorcio WIDA. Como director de WIDA Español, Sam gestiona el estudio, desarrollo y distribución de recursos de WIDA que se enfocan en la instrucción del idioma español en los Estados Unidos y el extranjero. Su trabajo cubre proyectos clave, incluyendo los estándares del desarrollo del idioma y de las artes del lenguaje del español, oportunidades de capacitación profesional para educadores trabajando en programas de enseñanza en español o enseñanza bilingüe de español-inglés y pruebas para el desarrollo del español.
Sobre los revisores
Mariana Castro se desempeña como subdirectora del Centro de Investigación Educativa de Wisconsin y como desarrolladora principal en varios proyectos relacionados con el desarrollo multilingüe. Su investigación actual está relacionada con las prácticas lingüísticas de los estudiantes multilingües, el currículo y la instrucción en programas de inmersión bilingüe y el aprendizaje profesional de los docentes a través de los lentes de la justicia social y abogacía.
Nelson Flores es profesor asociado de lingüística educativa en la Escuela Graduada de Educación de la Universidad de Pensilvania. Ha colaborado en varios proyectos de investigación enfocados en la educación de estudiantes bilingües en los Estados Unidos. Su colaboración más reciente ha sido con el Centro de Estándares, Alineación, Instrucción y Aprendizaje (C-SAIL), donde está estudiando el desarrollo histórico y la implementación contemporánea de reforma basada en estándares para estudiantes clasificados oficialmente como aprendices de inglés.
Acerca de la investigación
Este artículo fue escrito utilizando datos de investigaciones realizadas en el Centro de Estándares, Alineación, Instrucción y Aprendizaje (C-SAIL, pos sus siglas en inglés) y financiado a través de una subvención del Instituto de Ciencias de la Educación (IES, por sus siglas en inglés) del Departamento de Educación de los Estados Unidos.